Muchas veces la palabra “depresión” nos lleva directamente a pensar que la solución se encuentra en psicólogos, terapia y pastillas; cuando realmente, es una combinación de eso y muchas otras cosas -como la alimentación- que pueden ayudar a combatir este trastorno psicológico.
Estudios científicos realizados en el campo de la Psiquiatría Nutricional, en cuanto a calidad de la dieta en personas con síntomas depresivos, se encontró que existe diferentes grupos de nutrientes y alimentos relacionados con la presencia de depresión, un ejemplo de ello: los Omega – 3, la deficiencia de estos ácidos grasos, ha sido identificada como factor que contribuye a trastornos del estado de ánimo e igualmente se ha observado grandes beneficios de utilizar omega-3 como suplemento en depresión (unipolar y bipolar).
Otro ejemplo lo tenemos en los Folatos, estudios observacionales demostraron una relación entre pobre ingesta de folato en la dieta o deficiencia de folato y el riesgo de presentar síntomas de depresión. Eso quiere decir, que una dieta rica en folatos (Esparragos, frijoles, remolacha, espinaca…) puede ayudarte a disipar algunos síntomas.
En investigaciones realizadas sobre depresión y tipo de alimentación encontró también, como factor común en pacientes con depresión mayor la deficiencia de zinc, mientras que el uso de suplementos de zinc fue eficaz como terapia antidepresiva.
Alimentos que agravan los síntomas
Entre otros nutrientes que influyen no solo en la aparición sino en la evolución de los síntomas de depresión, se encuentran las grasas saturadas y los azúcares refinados.
Además, según estudios realizados en la Universidad de Toronto, el alto consumo de estos alimentos produce una serie de reacciones químicas que generan procesos inflamatorios en nuestro cuerpo, y puede, a largo plazo, crear enfermedades neurodegenerativas.
Debido a la influencia de la deficiencia de ciertos nutrientes, en la aparición y evolución de este trastorno afectivo como es la depresión, se hace indispensable llevar una alimentación equilibrada como parte de un estilo de vida saludable y así procurar un mejor manejo y prevención de ella.
